domingo, 28 de enero de 2018

¿Rendición ó Esperanza?

Se encontraba observando tras los cristales de su nueva habitación. El frío que había en aquel paisaje también se denotaba en sus ojos. Plasmando una mirada casi inerte ,mientras observaba casi sin pestañear lo que a partir de ahora le iba a rodear.

Los arboles de aquel bosque mostraban un continuo baile al son del viento,  mas que una danza  parecía un rechistar con quejido, sobre todo cuando el silbido de éste se mezclaba con las hojas que estaban a punto de caer. Ese sonido le hacia chirriar, le mantenía intranquila.

Su mente quería recordar viejos tiempos pasados que fueron mejores, pero aquel ambiente gélido , pesaba demasiado.

Sus esperanzas de salir de aquel entorno se iban mermando poco a poco. Tendría que pasar un tiempo alejada de todo lo que había sucedido hasta volver a recobrar la normalidad que tanto añoraba cada día.

Sus padres siempre le habían enseñado a luchar por lo que quería y eso le había convertido en una chica decidida y fuerte. Pero la vida con sus altibajos se había encargado de que en muchas ocasiones esa fortaleza despareciera y diera paso a la mas íntegra  vulnerabilidad.

 Una foto guardaba entre sus manos, la cual acercaba al pecho de vez en cuando como queriéndose aferrar al mas bello recuerdo que la acompañaba y  que la trasportaba en ocasiones a aquellos años que fueron tan maravillosos.

La foto de su hijo era su mayor preciado tesoro. La observaba con nostalgia aunque a veces dejaba escapar una leve sonrisa en su rostro.

Él , era su prioridad. Y por él había decidido darle un rumbo radical a su vida.
Su motor en la vida era saber que tendría un futuro bienestar, a pesar de que tener que alejarse de su lado era de las peores heridas que aún tenía por cicatrizar.

La campana de aquella habitación la hizo volver a la realidad. El recuento iba a empezar nuevamente como cada atardecer. La puntualidad de aquel momento rozaba casi la perfección; aquella que tanto le faltaba  en su vida. En un poco se apagaría la luz de nuevo y con ella la esperanza de un nuevo día. Solo le quedaba aferrarse a su único recuerdo en aquel lúgubre entorno, su vieja fotografía. Soñaba con que algún día no muy lejano pudiera volver, pudiera regresar a su vida, pudiera contarle de primera mano a su hijo, que todo lo que hizo en algún  momento de su vida fue para protegerlo de  aquel monstruo que les había robado parte de sus vidas.

Con este pensamiento cerraba sus ojos una  noche  más, deseando que la vida nuevamente le diera una segunda oportunidad.